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En la declaración anual, cuya fecha límite para presentarla es el próximo 30 de abril, puedes realizar deducciones personales. Es por eso que obtener la máxima cantidad deducible en su declaración puede facilitarse al elegir el monto que usará de su ahorro para el retiro.
Está más cerca el momento de presentar su declaración anual, pero aún es buen tiempo para contemplar todo lo esto implica. Puede revisar si todavía es posible reducir su base gravable mediante deducciones.
De ser el caso, sáquele provecho en este aspecto a los ahorros voluntarios que esté juntando en cuentas especializadas con miras a su retiro.
Este tipo de deducciones son posibles principalmente en gastos en los que usted incurre con el fin de proteger a su persona y a sus familiares directos, y son aplicables para cualquier persona física, en cualquier régimen fiscal.
Existen dos situaciones ineficientes:
• Tener capacidad para reducir todavía más su base gravable; o bien,
• Haber logrado el máximo deducible para el periodo y no poder guardar ciertas deducciones, porque “caducan”.
“Si un concepto lo pagó en este año y no lo presenta en su declaración anual ya no lo puede meter como deducible después, porque sólo aplica para esta declaración”.
Ante ambas situaciones, varias entidades ofrecen la posibilidad de elegir si se aprovecha o no el beneficio fiscal del ahorro voluntario.
En este caso, explica Dorantes, el usuario ahorra en su plan personal para el retiro con una estrategia de inversión llamada de portafolio no deducible. Al menos una vez al año, antes de que termine el ejercicio fiscal se le da la oportunidad al cliente de decidir si utilizará o no este ahorro como beneficio fiscal y en qué cantidad.
En caso de no utilizarlo, no se deduce y sigue reportando rendimientos. Si quiere aprovechar el beneficio fiscal, pasa el monto que usted decida al portafolio deducible y entra para reducir su base gravable.
Esta posibilidad de elegir y ajustar le permite completar alguna cantidad faltante para obtener el máximo deducible del ejercicio en cuestión, a la vez que no se desperdicia nada, pues el deducible no se deja “caducar”.
Sin embargo, las cuentas personales de ahorro son deducibles siempre y cuando esos depósitos sean para el retiro, no para retirar en unos meses.
“Si no, se prestaría a que usted lo deposite, deduzca de impuestos y luego lo retire”, consideró Raymundo Tenorio, director de las carreras de Economía del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
Se requiere disciplina al ahorrar en esta clase de cuentas, pues será un dinero al que no se podrá acceder en muchos años.
El provecho que le pueda sacar a utilizar su ahorro voluntario como deducible o no depende de su situación personal y objetivos. Por esto, lo más conveniente sería acercarse a la entidad que lleva su plan personal de retiro y preguntar por esta posibilidad.
“Primero que conozcan su situación y objetivos, y luego que le den una propuesta que cubra tanto aspectos financieros como fiscales”, concluyó Arturo Dorantes.
Fuente: El Economista