Querétaro, campeón del crecimiento

Querétaro

Si en la última década México hubiera crecido como Querétaro, en lugar de que nuestro PIB per cápita fuera de 10 mil 714 dólares, habría llegado a 18 mil 466 dólares.

En los últimos diez años Querétaro fue el campeón del crecimiento en México, con una tasa de 4.9 por ciento al año en promedio o más de 61 por ciento acumulado.

La instalación de manufacturas que van desde el más moderno clúster aeroespacial, una densa capa de empresas de autopartes, centros de datos, o un área de ingeniería como la de GE, ofrecen en escala la imagen del país al que podríamos aspirar en materia económica, si las estrategias económicas actuales funcionan.

Sin embargo, Querétaro no es caso único. No queda muy a la zagaAguascalientes, un estado con una fuerte presencia automotriz, con un ritmo de crecimiento de 4.7 por ciento al año; y aún Zacatecas, con una tasa de 4.1 por ciento, derivada sobre todo de las remesas de los paisanos.

En otra región del país, Quintana Roo y su boom turístico, consiguieron un crecimiento de 4.0 por ciento en promedio en la última década.

Son éstos los cinco estados con los ritmos de crecimiento más elevados, muy por arriba del 2.4 por ciento promedio que tuvo el país en ese lapso.

Pero también hay otra historia. En el extremo opuesto tenemos la desgracia de un estado totalmente petrolero como Campeche, cuyo PIB cayó a una tasa media de 3.9 por ciento en una década; la única entidad que retrocedió en términos absolutos en ese lapso.

Pero también incluya entre los de bajo desempeño a Tlaxcala, con un crecimiento medio de apenas 1.6 por ciento; Baja California, con la misma tasa; y los tradicionalmente rezagados como Oaxaca, Chiapas y Durango.

Hasta ahora, buena parte de la estrategia económica del país se ha dirigido a motivar un crecimiento más elevado entre las entidades que ya crecen más. Por eso las nuevas plantas automotrices se instalan en entidades como Guanajuato, Querétaro, Puebla o Nuevo León, todas ellas con ritmos de crecimiento por arriba del promedio nacional.

Sin embargo, lo que necesitamos para que el país despegue es que las entidades que están más rezagadas sean las que crezcan más rápido.

Si el proyecto de la creación de “zonas económicas especiales” en la región sur-sureste del país funciona, quizás ese sea el proyecto que en el largo plazo más contribuya al crecimiento de México.

Sobre todo porque en esas entidades es donde se requieren políticas de Estado que generen incentivos para la inversión, pues las fuerzas del mercado eternizarían el rezago en esa región.

Hasta ahora, se han instrumentado políticas orientadas a atraer inversión a zonas exitosas. Y allí la inversión llegará cada vez más y en consecuencia hará las zonas más exitosas aún.

Quizás sea hora de que el eje de la política económica sea mover a los rezagados, trátese de regiones, estados, o incluso de las empresas más pequeñas.

Si en la segunda mitad del sexenio ese fuera el foco de atención de las políticas públicas, las posibilidades de crecimiento del país se multiplicarían.

Querétaro

Fuente: El Financiero