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Si en personas con trabajos “estables” el estrés surte efecto, ¿te imaginas cómo afecta a los nuevos emprendedores?
Conocida popularmente como la enfermedad del siglo XXI, el estrés es un mal que aqueja a personas de todas las edades y es suscitado por la acumulación de presión, resultado de las preocupaciones, el agitado ritmo de vida actual y las tan elevadas exigencias sociales e individuales.
Similar a una olla exprés, la presión se acumula, afectándonos mental y emocionalmente, lo que genera baja productividad, repentinos cambios de humor y neurosis.
Conocida popularmente como la enfermedad del siglo XXI, el estrés es un mal que aqueja a personas de todas las edades y es suscitado por la acumulación de presión, resultado de las preocupaciones, el agitado ritmo de vida actual y las tan elevadas exigencias sociales e individuales.
Similar a una olla exprés, la presión se acumula, afectándonos mental y emocionalmente, lo que genera baja productividad, repentinos cambios de humor y neurosis.
¿Cómo evitarlo y qué hacer para controlarlo?
Las 2 reglas de la olla exprés
― Liberar la presión.
― Mantener la llama tan baja como te sea posible.
En la vida adulta, una de las mayores preocupaciones de las personas es la economía. Imagina: si en personas con trabajos “estables”, el estrés surte efecto, ¿cómo sucederá con los nuevos emprendedores?, quienes tienen responsabilidades y necesidades que satisfacer, sin la garantía de un cheque quincenal.
3 consejos para mantener la llama baja
Ten un respaldo económico sólido: Por la simple y sencilla razón de prever tus necesidades y responsabilidades, esto te hará sentir que tienes “el tiempo” para generar dinero; no obstante, apúrate, pues esto disminuirá la presión. Tampoco significa que requieras los millones de respaldo. Ten cuidado de que este respaldo financiero no se convierta en una excusa que te inmovilice a emprender; sólo tómalo en cuenta.
Apriétate el cinturón desde el inicio, sin asfixiarte: Concibe la fase inicial como una fase de inversión, crea hábitos y costumbres para aligerar tus egresos, cambia el lugar donde compras, reduce gastos innecesarios, y piensa en generar más que en gastar. Esto hará que te acostumbres a tener lo básico indispensable. Tampoco te asfixies, pues requieres de ciertos distractores. El saber que tienes un respaldo financiero, que sabes cuidar y del cual tienes control, disminuirá presión en la olla. Si tus gastos te generan presión o culpa, algo estamos haciendo mal. Busca la ayuda de un coach o de un asesor financiero.
Mantente en entrenamiento de creación de clientes: Ponte como actividad constante entrenarte en la generación de clientes. De esta forma, los que fuiste trabajando meses anteriores generarán “tu sueldo mañana”. Crear clientes constantemente hará que garantices tus entradas y que la presión no se acumule. Esta labor te hará sentir y saber que estás en el camino. Pero si esta actividad la realizas sólo de repente, la llama tenderá a elevarse y la olla.
Si haces lo que te comento, seguro evitarás que le suba calor a la olla y que la presión interna se incremente.
3 consejos para liberar presión
Si ya hay estrés debemos liberarlo:
Céntrate en lo que sí puedes solucionar y hazlo. Hay muchas cosas que sí podemos hacer, y el seguirlas cargando como pendientes incrementa la presión. Lo mejor es que eso que está en tus manos hacer, no sea un peso. Libéralo. No importa si es personal, familiar o laboral; recuerda que todo suma, y tú lo que tienes es que restar, para que el estrés disminuya.
Combina ejercicios de respiración profunda con ritmos musicales relajantes mientras te bañas: Planea tus tiempos y date un baño relajante. El agua es una de las cosas que más relaja tu cuerpo. Si tienes oportunidad, métete a un vapor o a una alberca. Si no, utiliza la ducha o la tina; funcionan muy bien. Hazlo constantemente y consiéntete un poco. Mientras te permites respirar de forma profunda y en múltiplos de 3 respiraciones, inhalando hasta llenar tus pulmones y soltando hasta el más mínimo aliento. Hazlo con los ojos cerrados y cada vez que saques el aire, visualiza cómo el agua se lleva de ti esa carga. (Hay a quienes les funciona muy bien inhalar y visualizar de las zonas musculares más tensas, como si saliera de entre los poros un líquido color negro, que con ayuda del agua se va por la coladera. Mientras inhales visualiza cómo sale de los poros, mientras exhales siente cómo el agua que te recorre el cuerpo, se lo lleva por la coladera. Recuerda que tu mente puede ser tan poderosa en tanto así lo creas.)
Haz ejercicio o consiéntete caminando en la naturaleza: Estas actividades, sin duda, generan que tu cuerpo libere estrés de forma natural. Puedes hacer el ejercicio que más te guste o una caminata en espacios arbolados. Si decides esta segunda opción te recomiendo que lleves cierto ritmo en tu paso y en tu respiración, haciéndote consciente de la misma y de tu entorno.
Decidirte a no generar más presión y comenzar a liberar la acumulada hará que el estrés salga de tu vida.
Fuente: Forbes