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Todos experimentamos momentos de crisis cuando estamos en otro país, pero por alguna razón los mexicanos somos de los que más sufrimos. Esta comprobado. Punto.
1. Puedes saludar con cuarenta besos, pero nunca dar abrazos
Los españoles saludan con dos besos, los holandeses con tres, en Inglaterra de preferencia da la mano… pero ni se te ocurra dar un abrazo porque te ven con cara de bicho raro.
2. Hay escasez de tortillas
Por muy pobre o millonario que seas, la tortilla es básica en la alimentación mexicana, y no tenerla te complica la vida a la hora de comer.
En algunos países como España puede ser que encuentres de maíz, pero en la mayoría de los países europeos date por bien servido si encuentras tortillas de harina (que generalmente son enormes tipo «burrito»).
3. Todos los mexicanos que te encuentres son familia
Probablemente en otras circunstancias hubieras odiado a Juan, pero si conoces a Juan en Europa lo más probablemente es que se convierta en tu mejor amigo. Así funciona.
4. Nada te cura la cruda
Olvídate de los clamatos, los chilaquiles, un caldo de camarón tipo Fisher’s o por lo menos un jugo natural de naranja (a menos que quieras pagar una cantidad exagerada por él). Mientras que los mexicanos tenemos mil y un remedios para compensar una noche de excesos, los europeos piensan que el café es suficiente.
5. Tienes más pretendientes de lo normal
Tampoco se trata de una colmena de abejas, pero los europeos tienen cierta debilidad por los latinos. Aguas si no eres soltero/a.
6. El tequila que encuentras te sabe a aguardiente
Te emocionas, pides un shot de tequila y…¡PUM! se inicia un incendio en tu garganta.
7. El limón no es limón
Es una especie de lima y es más ácido que los limones que dejas 3 semanas en tu refrigerador. Es un tema muy confuso.
8. Te preguntan sobre la inseguridad y el narcotráfico constantemente
Se maravillan prácticamente de que estés vivo/a y piensan que eres consultor de temas sobre la inseguridad mexicana.
9. El kebab se convierte en el amor de tu vida
No hay tacos, pero el trompo de la carne del kebab es lo que más se les parece.
10. No importa el idioma que aprendas, siempre agregas diminutivo a algo
El famoso ‘ito/a’ nos persigue a donde quiera que vayamos.
11. La gente no entiende por que nos gusta el picante
Ni lo intentes explicar; los mejores sentimientos no se explican.
12. Te dan ganas de llorar cuando ves el precio de la fruta y la verdura
Es una pesadilla. Por eso se vuelve aun más relevante el problema #9.
13. Nadie pasa a vender nada a la puerta de tu casa
Ni productos Avon, ni tamales, ni el del gas…
14. Te emocionas si ves una bandera mexicana
Puede que sea del restaurante Tex-Mex más espantoso del mundo, pero es la bandera de tu país y se convierte en un momento súper emotivo.
15. Los supermercados y tiendas cierran temprano
Acá nos quejamos si dejan de vender alcohol a las 10 pm. Allá no puedes conseguir ni unos chicles después de las 7 de la tarde.
16. Ir al supermercado es una tarea llena de impotencia
Curiosidades como el intento de comida «spicy», el no encontrar productos como sobres para hacer agua de sabor o crema, o el hecho de que son del tamaño de un OXXO. Es difícil acoplarse.
17. Extrañas a los viene viene, al que te pone la gasolina y hasta a los limpiaparabrisas
Todas esas personitas a quienes encuentras extremadamente molestas en México, en Europa te hacen falta.
18. Nunca te aclimatas
Si hace frío, los europeos hacen su vida de lo más normal mientras tu te mueres de frío. Si hace calor, los europeos están prácticamente desnudos aprovechando cada rayo de sol mientras tu te sigues muriendo de frío. Y en caso de que en verdad haga calor, te mueres de calor.
19. Tienes que pagar extra por salsas y aderezos en restaurantes de comida rápida
En Europa nadie te llena tu orden de salsas y aderezos ni encuentras algún dispensador. Es de locos.
20. No entiendes por qué la gente toma agua de la llave
¿Se quieren enfermar? ¿dónde quedó el reto Bonafont?
21. Aprendes a valorar el sol
A excepción de algunos días contados y el verano, el sol se cotiza y todos se vuelven locos cada que sale.
22. Nunca sabes qué hora es
En invierno, anochece a las 5 pm y en verano a las 10 pm sigue habiendo sol. ¿Qué onda?
23. Te vuelves embajador de la cultura mexicana
En México te sientes europeo pero en Europa eres más mexicano que el chile y hablas por horas de lo orgulloso que te sientes de serlo.
24. Te maravillas de lo barato y rápido que es el servicio de telefonía e Internet
Te das cuenta de la realidad y que estamos a años luz de ser un país de primer mundo.
25. Los taxistas no son tan amigables
No escuchan tus problemas pero si te cobran hasta por respirar.
26. El desayuno es continental
Tienes que sobrevivir con un café y un pan dulce cuando en realidad quisieras desayunar huevos divorciados, chilaquiles o tacos. Y ni se te ocurra externarlo, porque los europeos no entienden de esa cantidad de grasa y carbohidratos a primeras horas del día.
27. La gente es extremdamente puntual
Si a un europeo lo citas a las 10, ya están ahí para las 09:55. A nosotros nos dicen a las 10, y si llegamos a las 11 ya madrugamos. Causa muchos conflictos.